
Una buena canción es
aquella que mantiene su significado, su magia y su relevancia sin
importar el paso del tiempo
VISIÓN SUBLIME
(Vals)
Rientes pasan
las horas con tus caricias
no hay tristezas grandes en nuestras almas
pero si tú nos faltas todo es sombrío
cuando en nuestros pesares no vieres ya.
Mi loca
fantasía cruzando espacios
lleva el caudal inmenso de mis afectos
pobre es la triste ofrenda del hijo ausente
pero mi
alma te
adora ¡Madre querida!.


Solo tu gran
cariño vive eterno
entre el follaje estéril de mis recuerdos
y en mis pupilas llevo tu augusta imagen
como la inmensa esfera la luz del sol.
Con la
divina fuerza que da el cariño
pongo entre las alas de mis estrofas
roto en mil pedazos tu amargo cáliz
lleno de mis ternuras el corazón.
Dulces
lejanas horas ¡Cómo volvierais!.
llenas como entonces de tantas dichas
con la visión sublime de aquel pasado
sin las horribles penas que hoy me torturan.
Lima,
diciembre de 1934.
1ra. Edición Publicada Editorial Maldonado
2da. Edición “Bouquet Lírico de Canciones y Ritmos”.
Magín 1982
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